Por qué pajazos mentales.

Decidí escribir este blog porque me di cuenta de que hay un interés generalizado en la audiencia de saber de qué se tratan los dichosos pajazos mentales.

Que mejor para explicarlo que un ejemplo:

Usted se imagina ese polvo... no solo un polvo "ese" polvo.  Ese que ha anhelado, que ha querido que ha soñado.  Ese con un alguien (o una, depende del gusto del comensal) que es casi, casi perfecto(a).  En fin, es ese alguien que usted anhela.

Vamos a suponer que es una "ella" solo para el ejercicio.  En su mente todas las noches en secreto y cuando todos ya se han dormido la piensa; imagina cada una de sus texturas, el sabor de su boca, el olor de su pelo... ¡Bah! dejémonos de güevonadas, usted se la imagina haciéndole el amor de la manera más salvaje.  En su cabeza ella se mueve como una bailarina hawaiana, le hace las cosas que su novia nunca quiso hacerle; está vestida como toda una actriz de película erótica de Penthouse, absolutamente irresistible.

Esto pasa una y otra y otra vez en su cabeza, pero ya no pasa solo de noche, pasa de día, en la oficina, en el trabajo, de camino a su casa.  Usted está perdiendo la cabeza, se ha obsesionado con el tema, dibuja, raya, escribe, no ve la hora de hacer esa fantasía realidad.

Una de esas noches en las que uno está tan desparchado que el mejor plan es preparar maiz pira de microondas y ponerse a ver Saturday Night Live. se le hace el milagrito. Llama Juan  Pa' para decirle que hay una fiesta esa noche y que la susodicha le pidió el favor de que le dijera porque resulta está en las mismas que usted y tiene unas ganas horribles de echarse un polvo, qué polvo...¡un polvazo!.

Usted, como es de esperarse, se pone sus mejores galas.  Se baña, se perfuma partes que nunca en su vida se había perfumado y sale glorioso a encontrarse con su destino.

Afortunadamente es una de esas fiestas en las que vale todo; en las que uno conoce muy poca gente, lo que le da gran tranquilidad para cometer errores sin remordimientos y comerse a quien se le da la gana. Hace su entrada triunfal y la ve sirviéndose un trago en la barra de la cocina, se acerca sutilmente y le toca la espalda. Apenas si la saluda y comienzan a besarse. Casi no lo puede creer, meses soñando con la vieja y ¡ahí está!, casi es toda suya.

De pronto, algo empieza a pasar... Los besos no son tan buenos. La mujer no encuentra su boca y en cambio de eso le babea toda la barbilla.  Si es que llega a toparse con sus labios, les da un mordisco que le hace que usted conozca lo que de verdad es dolor.  Es un desastre.  Usted sabe que eso no va bien, pero decide continuar, la cosa tiene que mejorar.

Suben a hacer el amor como usted estaba esperando. Comienza a quitarle la ropa y la vieja de verdad parece una bailarina hawaiana, pero de 80 años, llena de gordos y celulitis. Lo último que se pierde es la esperanza, usted continúa con su empresa... Ella se tumba en la cama, usted la besa por todas partes, pero su amiga no responde, ni una caricia, ni un gemido, nada... Es como estar haciendo el amor con una muñeca.

Termina la faena, y digo faena porque usted le acaba de hacer el amor a una "vaca muerta".  Se siente absolutamente triste, eso no era definitivamente como lo soñó, fue más como una pesadilla.

Y entonces ¿Qué fue lo que pasó? ¿Porque todo lo que en su cabeza parecía tan bueno simplemente se ve reducido a un mal recuerdo?

El error está en esperar mucho de todo; mucho de la vida, mucho de los amigos, mucho de los trabajos, mucho de los amantes casuales.  Resulta que las cosas hay que vivirlas y experimentarlas, sin hacerse tantas ilusiones.  Es bueno soñar, es bueno creer que algo mejor puede pasar, pero también es bueno mantener la perspectiva y hasta de pronto un poco el pesimismo, si usted espera lo peor, lo mejor lo sorprenderá gratamente, y si recibe lo peor, al menos ya estaba preparado.

La imaginación amigos míos, es el peor de los mejores inventos.Siempre nos hace esperar algo de todo, siempre nos hace querer ver más allá de la propia realidad.  

Esto era un abre-bocas para hablar de pajazos mentales.  De todo lo que uno imagina que va a ser cómo uno quiere y termina siendo un desastre... O (por qué no) resulta bien.  No se trata solo de sexo, pero seguramente lo habrá.  Les contaré muchas historias de amigos (sin nombrarlos, obvio), historias propias y desmitificaré muchos mitos urbanos.

Espero que lo disfrute y que después de leerlo vaya y se de uno usted mismo... A veces también es bueno dejar volar la imaginación un rato.