Entradas

Hablando de masturbación imaginaria...

Creo este blog porque creo que la mente es lo más poderoso que existe, capaz de imaginar cualquier fantasía a punto tal de creer que es realidad.  De ahí que las enfermedades mentales como la bipolaridad, sufrida por un sinnúmero de personas, sea tan complicada para un paciente, haciéndole creer que existen personas y cosas que realmente son solo producto de su cabeza. También hay enfermedades relacionadas con lo sexual, muy diferente a lo que atañe este blog.  Utilizo el término pajazo mental únicamente como una referencia a lo que hacemos con nuestros pensamientos e ideas, aunque no hay que negar que lo sexual puede también ser abordado en este blog ya que es parte de esas mentiritas que muchas veces nos decimos. Pero entonces ¿Qué es un pajazo mental? Es una construcción fantasiosa de nuestra mente acerca de cualquier tópico.  Lo sufrimos hombres y mujeres por igual.  Es tratar de ajustar la realidad a nuestra imagen y semejanza, por lo general negando la realidad y haciéndonos

El Espejo

Imagen
Hoy me levanté con la mañana fría y la alegría ausente. Demasiado tibia la cama para dejarla. La soledad me acompaña y me reconforta su presencia. No soy yo, no soy yo; hoy simplemente no soy yo. El cuerpo no lo entiende y por costumbre se despierta. Me regaño: "Duerme, duerme. ¿Qué pasa que no duermes?" ¡No! Ya es hora de existir y, en mi caso, subsistir porque no sé para qué estoy levantándome. Como autómata, me paro con el sinsabor mañanero de no saber qué pasa. Camino sin ganas hasta el baño y ahí está: El temido espejo. Llevo mucho tiempo evadiendo el Reflejo. Demasiados ojos mirándome cuando me acerco. Demasiadas preguntas sin respuesta. Demasiados sueños sin cumplir. Demasiado desazón concentrado; demasiada angustia; demasiado ruido; demasiado hastío; demasiado, demasiado. Hoy me encuentra y con amor me pregunta "¿Qué te pasa?" Trato de evardir la respuesta "No lo sé. No sé qué me pasa". Como una ráfaga empiezan a brotar las palabras. "

La pelea

He desperdiciado tanto tiempo de mis relaciones peleando en vez de ser feliz. Si pudiera volver a empezar, me propondría todos los días: Amar sin medida Besar sin medida Ser feliz sin medida. Un momento!... Puedo hacerlo.

Alzar las velas

No te puedo obligar a quererme. No te puedo obligar a gustarte ni a querer estar conmigo. No te puedo obligar a que tengas ganas de darme un beso sin motivos. No te puedo obligar a ver una mujer preciosa en mí. No te puedo obligar a amar mi cuerpo tal y como es. No te puedo obligar a aceptarme con mis errores y mis virtudes. No te puedo obligar a escucharme. No te puedo obligar a que sientas lo que yo siento. No te puedo obligar a que quieras lo que yo quiero. No te puedo obligar a que confíes en mí. No te puedo obligar a que me desees. No te puedo obligar a soñar conmigo. No te puedo obligar a que te sientas bendecido a mi lado. No te puedo obligar a que me eches piropos. No te puedo obligar a que quieras enamorarme. No te puedo obligar a que te enamores de mí. Puedo amarte. Puedo entenderte. Puedo escucharte. Puedo quedarme a tu lado y hacer cada día lo mejor que pueda para demostrarte cuánto te amo. Puedo ponerme en tus zapatos y hacer de tu visión la mía al menos por un segundo.

2017 Expectativa Vs. Realidad

Acá estamos: Enero del 2017. Todos diciendo "Este sí es mi año". Este año vamos a hacernos millonarios, nos meteremos al gimnasio (e iremos), haremos dieta, encontraremos el amor verdadero, amaremos a nuestra pareja, trabajaremos en lo que nos gusta, viviremos al máximo. No sé por qué presiento que en Diciembre del 2017 estaremos pobres, fofos, gordos, solos, peleados con la pareja, aburridos en nuestro trabajo y, en fin, viviendo mediocremente, justamente como en diciembre del 2016. Porque no nos digamos mentiras, siempre que iniciamos algo nos creamos todas las expectativas. Somos increíbles para hacer planes y perversos cumpliéndolos. Así año tras año esperamos a que venga un hada mágica y nos haga realidad nuestros deseos. Nos rehusamos a aceptar la responsabilidad sobre nuestros resultados y somos increíblemente buenos para echarle la culpa a los demás: a la situación y al gobierno porque el país está muy mal, al gimnasio por estar tan lejos y tan caro; a la comida p

El "Arrancado"

Tal vez usted lo haya sentido: ese vacío extraño; ese desazón permanente; esa duda; ese "No sé qué va a pasar".  Así es, la incertidumbre: ese estado permanente del alma al que no nos acostumbramos, pero deberíamos, porque así es la vida, como lo dijo Edgar Morin: "Un gran océano de incertidumbre con pequeños archipiélagos de seguridad". Los bogotanos, y creo que colombianos, usamos el término "arrancado" para referirnos a una persona que está pasando por una mala situación. Y como así es y todo pasa, me pregunto ¿Podría disfrutar este momento? Si todos los libros de autoayuda, esas grandes enciclopedias de cómo darse pajazos mentales, siempre nos han dicho que hay que simplemente disfrutar el aquí y el ahora, pienso que el verse arrancado puede ser una nueva perspectiva. Podríamos decir que conjuga perfectamente con "arrancando" lo que significa que es un nuevo comienzo y que simplemente hay que empezar a andar ese nuevo camino, el de salir